Los amortiguadores forman parte de lo que llamamos  “Triángulo de Seguridad” de un vehículo, junto con las llantas y los frenos.

El correcto funcionamiento de los amortiguadores incide directamente en la estabilidad del vehículo, las funciones principales de estos órganos son:

• Contribuir en el contacto de los neumáticos con el suelo. Los amortiguadores se encargan de mantener el contacto de los neumáticos con el suelo evitando que reboten y resistiendo los movimientos de la carrocería. Cuando contamos con amortiguadores en buen estado nuestro vehículo mantendrá tracción con el terreno y la estabilidad optima en todas las condiciones de manejo.
• Generación de Frenado seguro. Durante el frenado, un amortiguador desgastado ocasionará que la parte delantera del automóvil se incline al frenar. Esto a su vez ocasionará que la parte trasera del automóvil se levante impidiendo que las llantas tengan un buen contacto sobre el pavimento. Está comprobado que amortiguadores desgastados aumentan la distancia del frenado hasta un 23% más.

• Confort de los pasajeros. Son un elemento básico de la suspensión de los vehículos. Los resortes son los encargados de absorber los impactos del terreno, mientras que los amortiguadores disminuyen rápidamente el movimiento del resorte, restringiendo sus movimientos para evitar que continúen oscilando y garantizan el control sobre el vehículo.